Cómo cultivar Ficus Ginseng

Si buscas una forma de acercarte al antiguo arte japonés del bonsái, un buen punto de partida es cultivar un hermoso Ficus Ginseng. Tiene un aspecto estéticamente llamativo y requiere unos cuidados mínimos en comparación con otros árboles bonsái, que pueden ser bastante difíciles de mantener. El nivel de dificultad para iniciar, mantener y entrenar un bonsái ahuyenta a mucha gente de adentrarse en este fascinante capital de la jardinería, pero el Ficus Ginseng es una historia aparte y hoy te explicamos por qué.

El Ficus Ginseng forma parte de la familia de las Moráceas y crece en todas las regiones tropicales del mundo, sobre todo en el sudeste asiático. Es una planta de aspecto interesante para un bonsái, con raíces estrechas y elevadas que se hinchan en un tronco panzudo y se estrechan en las ramas antes de extenderse hacia la copa.

Los artistas del bonsái se centran especialmente en las raíces elevadas de estas pequeñas plantas para crear una determinada estética. En su hábitat natural, estas raíces aéreas crecen con facilidad en ambientes muy húmedos. En casa es necesario recrear estos niveles de humedadlo que a menudo significa crear una valla artificial. El efecto se consigue gracias a las raíces que crecen verticalmente hacia abajo desde las ramas hasta llegar al suelo, donde se convierten en troncos gruesos y fuertes.

La regla más importante que hay que recordar es que, al fin y al cabo, el bonsái es una forma de arte y, como todo arte, en realidad no tiene reglas. La savia de esta planta es tóxica para el ser humano y tocarla puede causar irritación cutánea y reacciones alérgicas, por lo que debes lavarte las manos después de tocarla. Ten en cuenta también que el Ficus Ginseng es tóxico para perros y gatos.

Pero empecemos como siempre por las características botánicas.

Ficus Ginseng

Cultivo del Ficus Ginseng

Cultivar y mantener un bonsái de Ficus Ginseng es fácil si sigues unas sencillas pautas. No tengas miedo de adentrarte en esta forma de arte increíblemente gratificante sólo porque hayas oído que es difícil. Te explicamos cómo hacerlo.

Exposición de Ficus Ginseng

La planta necesitará una buena cantidad de luz. En el interior, colocarlo en el alféizar de una ventana es una buena idea. Si sacas el árbol al exterior durante el verano, plantéalo en un lugar donde reciba mucha luz solar. Este bonsái no tolera en absoluto la sombra.

Suelo

Los Ficus Ginseng se dan bien en un mezcla de tierra con un sesenta por ciento de áridos y un cuarenta por ciento de materia orgánica. Puedes comprar una premezcla o crear una utilizando corteza de pino y un producto llamado akadama que retiene el agua y se descompone lentamente con el tiempo.

Agua

Riega a fondo siempre que la tierra esté ligeramente seca. Pulveriza a diario a la planta es una buena idea, pero no riegues hasta el punto de que el bonsái gotee, pues de lo contrario podrían producirse problemas de hongos. Si la planta se encuentra en un entorno especialmente cálido, será necesario regarla con más frecuencia.

Coge una toalla de papel húmeda y seca bien las hojas cuando se llenen de polvo. También puedes utilizar un pulverizador para rociar las hojas.

Temperatura y humedad

El Ficus Ginseng es un bonsái de interior y no es resistente a las heladas. Puede sacarse al exterior cuando las temperaturas superen constantemente los 20 grados, pero debe mantenerse al sol y no debe dejarse sin agua. Puede tolerar una humedad baja debido a la superficie cerosa que recubre las hojas del ficus, pero prosperará mejor en un entorno húmedo.

Abono

Los árboles bonsái extraen muy poca tierra, por lo que es necesario reponer sus nutrientes de vez en cuando. Cualquier fertilizante líquido multiuso disponible servirá, basta con diluir la mezcla al 50% con agua antes de la aplicación mensual.

Poda del Ficus Ginseng

La poda es una necesidad y forma parte de lo que hace que un bonsái sea un árbol bonsái y no sólo una planta.

Puedes prescindir de la poda durante un año o más para conseguir un tronco más grueso. Cuando estés listo para podar las hojas, una buena regla a seguir es podar hasta dos hojas después de que hayan crecido de seis a ocho hojas.

Si dejas que el tronco se engrose, crecerán nuevos brotes de la madera vieja. Pero asegúrate de tratar cualquier herida importante con pulpa cortada para que no se produzcan enfermedades. Utiliza siempre herramientas afiladas y limpias cuando trabajes en contacto con la planta.

Hojas Ficus Ginseng

Propagación de Ficus Ginseng

La planta puede propagarse fácilmente y no hay mejor momento para hacerlo que después de la poda. He aquí cómo proceder:

  1. Simplemente selecciona un tallo sano y haz un corte de 15 cm con tijeras o cizallas.
  2. Coloca el esqueje en un recipiente preparado con una mezcla para macetas y riégalo.
  3. Coloca una bolsa de plástico transparente sobre el esqueje para crear un efecto invernadero que retenga la humedad y favorezca el enraizamiento.
  4. Riega ligeramente una vez cada pocos días, asegurándote de que la tierra permanezca húmeda.
  5. El esqueje debería enraizar en pocas semanas.

Enmacetar y trasplantar Ficus Ginseng

Trasplantar un bonsái debe hacerse cuando el sistema radicular haya llenado la maceta. Debe hacerse para dar al árbol tierra nueva y fomentar un sistema radicular más compacto.

Sólo necesitas replantar el ficus cada dos años durante el verano. Basta con sacar el árbol y la tierra de su maceta y cortar la cuarta parte exterior e inferior de las raíces del árbol. Ten cuidado de no podar en exceso ni eliminar demasiado material radicular. Coloca el bonsái en su maceta original o en una nueva con la mezcla de tierra para bonsáis.

Utiliza alambre de aluminio anodizado o de cobre recocido para fijar la planta. Atar ramas finas y medianas es fácil, ya que son muy flexibles y se doblan con facilidad. Asegúrate de que los alambres no cortan el árbol y ajústalos si es necesario.

Para las ramas más grandes, se necesitarán vientos y tendrán que permanecer en el árbol mucho más tiempo. Una cosa interesante que pueden hacer los Ficus Ginseng es fusionar ramas, raíces y otras plantas ficus. Y puedes obtener resultados asombrosos, ¡pruébalo para creerlo!

Plagas y enfermedades comunes de las plantas de Ficus Ginseng

Cuidar correctamente tu bonsái de Ficus Ginseng, con la iluminación y el agua adecuados, lo mantendrá fuerte y más resistente a las plagas y enfermedades de las plantas. En efecto, la planta es susceptible de ser atacada por ácaros, cochinillas y pulgones. Éstos pueden tratarse con aceite de neem o una mezcla de agua y jabón líquido para vajilla. Si se riega demasiado, la planta puede desarrollar una enfermedad fúngica y pudrirse la raíz, y si ves manchas blancas o negras en las hojas, córtalas y trata el bonsái con un fungicida.

FAQ

  • El ficus ginseng puede vivir de 50 a 100 años, pero hay bonsáis de 1.000 años. Bastante, en resumen.

  • Como estos bonsáis prosperan con la humedad, una cocina o un cuarto de baño es un buen lugar para poner este tipo de plantas. Asegúrate, sin embargo, de que reciban una iluminación adecuada, pues de lo contrario sufrirán.

  • A los ficus se les pueden caer las hojas porque están demasiado húmedos o demasiado secos. También puede deberse a que la planta ha sido trasladada a otro lugar, o peor aún, a un lugar expuesto a corrientes de aire frío o a demasiada luz solar.

    Qué hacer si el Ficus Ginseng pierde las hojas

    El Ficus Ginseng es una árbol de hoja perenne y elamarilleando o el hojas verdes que caen suele ser un signo de enfermedad o falta de cuidados. Las principales cuestiones relacionadas con pérdida de hojas son las pequeño humedad, baja o excesiva riego o la presencia de parásitos. ¿Qué hacer si empiezan a caer las hojas?

    1. Asegúrate de que la tierra esté seca antes de regar, pero no la dejes seca demasiado tiempo, sobre todo en verano;
    2. Rocía el follaje y utiliza un platillo con arcilla o piedra pómez, que puede drenar y retener la humedad;
    3. Mantén el Ficus en un lugar luminoso pero alejado de la luz solar directa, y en invierno aléjalo de fuentes de calor;
    4. Procura no colocar la planta cerca de una ventana, pues la expondrías a corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura;
    5. Observa atentamente las hojas que caen: la presencia de manchas podría indicar la presencia de hongos o parásitos y la necesidad de un tratamiento específico. En este caso puedes utilizar un spray acaricida;
    6. Asegúrate de que el abono que utilizas está dosificado en las cantidades adecuadas y contiene las sales minerales necesarias.

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